El tabaco está compuesto por una variedad de hojas, que pertenecen al género de plantas Nicotiana. La composición principal del tabaco es el alcaloide conocido como nicotina, pero también tiene alquitrán, una sustancia realizada a partir de la mezcla de varios agentes químicos.
El tabaco se comercializa legalmente en todo el mundo, a pesar de considerarse una droga, debido a su poder adictivo. Esto ha provocado que numerosos países aprueben leyes que restringen su consumo. Sin embargo, su producción continúa siendo cuantiosa, de hecho, es uno de los principales productos agrículas no alimenticios del mundo.
El proceso de producción es bastante simple. La planta de tabaco madura mide de uno a tres metros de altura y produce entre 10 y 20 hojas grandes. Éstas se secan, se curan y, finalmente, se utilizan para fabricar cigarrillos, puros y tabaco de pipa y de mascar.