
- Limpia la superficie interior y exterior del mueble con agua y jabón.
- Si el olor a tabaco es persistente, puedes aplicarle un aromatizador en el siguiente día de lavado del mueble.
- Luego, pon una esponja empapada de agua sobre un plato al lado del mueble y déjalo en ese lugar por unos días. Aunque te parezca un sencillo método, la esponja absorberá el humo y reducirá el olor a tabaco.